jueves, 15 de enero de 2009

El juego que enseña a pensar

El juego que enseña a pensar
No hay que ser un genio para practicarlo. El ajedrez ayuda a imaginar soluciones posibles, analizar y resolver problemas. Los que lo enseñan aseguran que mejora el rendimiento escolar.
Rodeado por un mítico halo de prestigio, el ajedrez suele verse como un deporte para genios, difícil y analítico. Quienes lo enseñan y lo practican, sin embargo, aseguran que está al alcance de cualquier inteligencia normal. Y que ayuda a desarrollar la capacidad de imaginar soluciones posibles a los desafíos que se plantean en los diversos campos del conocimiento.
Con la práctica y el estudio del ajedrez los chicos se habitúan a reconocer los problemas que se les presentan -en principio, en el tablero-, analizarlos y buscar la manera de resolverlos.
El gran maestro Osear Panno -que enseña en River Píate, el Círculo de Ajedrez de Villa Ballester y la escuela municipal de Villa Martelli- enumera las capacidades que el juego estimula: "Por un lado, la memoria y la capacidad de análisis. Un chico que juega al ajedrez relaciona, mediante una analogía, el problema actual con experiencias similares del pasado. Esa analogía le permite buscar la solución. Pero además aprende a tomar decisiones, porque durante una partida tiene que dirimir el futuro, las consecuencias de sus actos, sin la ayuda de ningún adulto".
Un chico que pasa varias horas frente al tablero desarrolla con facilidad sus habilidades intelectuales. Seducido por el placer de la competencia, aprende a pensar. Pero para que esto ocurra, no le alcanza con jugar. "Lo que genera hábitos de indagación reflexiva es el estudio sistemático del juego, no la práctica en sí misma", aclara Alejandro Rey, director de la escuela del Círculo Torre Blanca y entrenador de los equipos juveniles que representan al país en las competencias internacionales. "El ajedrez habilita al chico para encarar operaciones matemáticas importantes; lo ayuda a adquirir desde edad temprana las no-eíones de tiempo, espacio, longitud y línea; y tiene alguna analogía con la resolución de problemas lógico-matemáticos", agrega el maestro internacional.
Pero las bondades del juego que más destaca Rey son otras. Primero, que desarrolla el sentido de la concentración: "El ajedrez te da una capacidad de concentración mayor a la de alguien que no lo practica. Si un chico se tiene que quedar doshoras estudiando matemática, se va a quedar. Pero no sé si necesariamente un chico ajedrecista va a ser físico-matemático. Lo que sí es seguro, es que se le va a allanar el camino". -
Otra ventaja de pasar varias horas frente al tablero es que estimula la imaginación y la creatividad. En un punto, el cálculo racional deja espacio a la intuición. "Que no es lo mismo que impulso", aclara Rey. "Al jugar, imaginas planes. Hay dos claves: estrategia (qué hago) y táctica (cómo lo hago). Los caminos a seguir en una jugada no son lineales. Un gran campeón que le gana a otro, lo hace porque en ese momento tuvo más creatividad que su rival. En el plan de una jugada hay mucho más que cálculo", explica.

Prof.Aldo Azamor

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